· Genaro García Luna es el rostro que ejemplifica la conducción del país desde la perspectiva de la opacidad y el amiguismo, expresó.

La diputada Juanita Guerra Mena, integrante del Grupo Parlamentario de Morena, aseguró que la situación delictiva actual en el país es resultado de la corrupción gestada desde el núcleo del gobierno de los expresidentes Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, lo cual quedó en evidencia tras la detención de Genaro García Luna quien se desempeñaba como secretario de Seguridad Pública.

En el marco de la sesión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, la legisladora manifestó que la forma selectiva a dirigir la política nacional de seguridad pública para beneficiar a grupos delincuenciales, en medio de una presunta guerra contra el crimen organizado, marcó al sexenio 2006 - 2012 “como el más desastroso, corrosivo y decadente de la historia de México reciente”.

Desde tribuna, Guerra Mena declaró que García Luna es el rostro que ejemplifica la manera icónica la conducción en el país desde la perspectiva del rencor, la opacidad, el amiguismo y, “que quede claro, la corrupción”.

Recordó que, durante su encargo como secretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón, “el 2011 fue el año más violento, sin dejar a un lado que el presupuesto para esta dependencia se cuadruplicó en dicho sexenio”.

Enfatizó que es obligación de las y los legisladores dar seguimiento puntual a los acontecimientos y a la información que se desprenda del juicio de García Luna, al tiempo que exhortó a las autoridades a investigar “hasta dónde permanecieron a estas oscuras y vergonzosas redes de sobornos de impunidad”.

En este sentido, la diputada demandó respuestas y castigo “a quienes con sus acciones lastimaron a toda una sociedad y marcaron el destino de nuestro país y de miles de jóvenes”.

Guerra Mena expresó que, en congruencia con el actual gobierno federal, se atienden los orígenes y se prioriza el bienestar de las familias olvidadas por pasadas autoridades para lograr un país en el que impere el orden y la paz, “en donde el ser delincuente ya no sea la alternativa de miles de jóvenes para salir de la pobreza y la precariedad”.