·         Esta propuesta adquiere mayor valor ante la evidencia de que se tratan de objetos para ser utilizados potencialmente en delitos, indicó.

La diputada federal, María Guadalupe Román Ávila, suscribió una iniciativa para establecer que el uso de réplicas de armas en un delito amerite prisión preventiva, esto con el fin de coadyuvar al plan de paz y seguridad.

La propuesta de la legisladora de Morena, pretende adicionar un cuarto párrafo del artículo 167 del Código Penal de Procedimientos Penales, en el cual se estipule que el empleo de objetos que tengan apariencia o imiten un arma de fuego o explosivo y que se utilicen para amagar o intimidar a la víctima, sea considerado un medio violento.

Al respecto, la diputada comentó que este tipo de objetos o juguetes que imitan armas son utilizados potencialmente en delitos que agravan la inseguridad que aqueja al país. Advirtió que este tipo réplicas son usadas frecuentemente por adolescentes, “conduciendo a una vida delictiva.”

Asimismo, refirió que las víctimas de delitos cometidos con armas falsas sufren tanto daño psicológico, como moral. “El daño psicológico y moral causado en las víctimas es el mismo como si se cometiera con un arma de fuego real,” señaló.

Román Ávila expresó que las armas réplica favorecen una conducta antijurídica en la medida en que los detenidos que usan este tipo de armas son puestos en libertad regularmente, por no ameritar agravantes.

“Ante la diferencia punitiva que existe entre el agravante y utilizar un arma de fuego real, la probabilidad de que el delincuente enfrente una sanción mayor por el delito que cometió es mínima y en la mayoría de los casos reincide en el delito,” explicó.

En ese tenor, la legisladora apuntó que es necesario una reforma al marco legal para lograr concientizar a los fabricantes de juguetes de armas y réplicas, para que transformen e innoven en sus diseños, esto, a pesar de que existe la norma oficial NOM-161-SCFI-2003 que establece las reglas de fabricación y comercialización.

Además, comentó que, aunque no se cuenta con una estadística oficial del uso de armas réplica en la comisión de ilícitos, los datos periodísticos apuntan que la Ciudad de México registró un fuerte ascenso de asaltos en el que se usaron réplicas de armas de fuego.

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