· Quiero reconocer y rendir tributo a mis hermanas indígenas que luchan por sobrevivir y superarse en un mundo donde reina la desigualdad

Toda vez que la mujer indígena es la base de la producción y la economía agroalimentaria nacional, es heredera de conocimientos milenarios y protege el patrimonio biocultural en beneficio de todos los mexicanos, la diputada Irma Juan Carlos, presidenta de la Comisión de Pueblos Indígenas, propuso establecer cada 5 de septiembre como el Día Nacional de la Mujer Indígena.

Al presentar su iniciativa ante el pleno de la Cámara de Diputados, destacó que en México, los estados que cuentan con mayor número de mujeres indígenas productoras son Oaxaca, Puebla, Chiapas, Veracruz y Guerrero.

“Quiero elevar mi voz desde esta Tribuna, hoy que se conmemora el Día Internacional de la Mujer Indígena para reconocer y rendirle tributo a todas mis hermanas indígenas de México y del mundo, quienes luchan para sobrevivir y superarse en medio de un mundo donde reina la desigualdad”, exclamó desde la Tribuna.

Además, aseguró que la celebración de un Día Nacional de la Mujer Indígena brindará la oportunidad de sensibilizar a la sociedad en general, acerca de temas relacionados con este sector de la población, tales como sus derechos humanos, participación política, territorios, medio ambiente y educación.

“Somos las que resistimos las diferentes formas de violencia estructural, precisamente por nuestra triple condición de exclusión: por ser mujer, indígena y pobre. Y a pesar de ser impulsoras de la vida social y económica de nuestro país, en pleno siglo XXI seguimos siendo invisibilizadas. Por eso la necesidad de dar visibilidad y reconocer el importante y estratégico papel que desarrollamos las mujeres indígenas en beneficio de toda una sociedad”, afirmó en Tribuna.

En este marco, reiteró que su propuesta busca sumar esfuerzos para lograr el reconocimiento al arduo trabajo que las mujeres indígenas realizan en favor de la sociedad, toda vez que son artesanas, parteras, curanderas, herederas de conocimientos milenarios, y las que preservan las lenguas, culturas y tradiciones ancestrales de los pueblos originales.

“A través de luchas generacionales en nuestras comunidades y de nuestra participación activa en movimientos indígenas, hemos logrado posicionarnos como autoras claves para la continuidad de la memoria de los pueblos y con el trabajo comunitario hemos generado una mejor economía. Sin embargo, aún enfrentamos múltiples desafíos que no garantizan nuestra plena participación como mujeres y como pueblos”, abundó.

Dicha iniciativa se turnó a la Comisión de Gobernación y Población para su análisis y dictaminación.