- De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (INEGI), para el cuarto trimestre de 2019, en México había 1 millón 197 mil 778 personas, ocupadas como docentes en educación básica. La mitad (50.4%) está impartiendo clase en primaria, 25.9% en secundaria y 23.7% en preescolar.

- Del total de docentes trabajando en educación básica, 71 de cada 100 son mujeres. En preescolar la proporción correspondiente es 94 de cada 100.

- El 80% de quienes se dedican a la docencia en educación básica laboran en escuelas públicas y 20% en el sector privado. La mayor parte del personal docente es asalariado (98.7%). De este total, 95.6% cuenta con un contrato por escrito.

- También existe una brecha salarial entre hombres y mujeres en el ámbito educativo. Siendo mayor el ingreso por parte de los maestros, quienes llegan a obtener $76.3 pesos, en tanto que las maestras $70.1 pesos.

- Siete de cada 100 docentes hablan alguna lengua indígena.

- Los docentes trabajan en promedio 30.6 horas a la semana

La diputada Beatriz Rojas en este Día de las Maestras y Maestros comenta que; las y los profesores son una guía fundamental en la vida estudiantil, al despertar su curiosidad y pasión por alguna rama del conocimiento. Son los responsables de formar a los jóvenes que se convierten en futuros ciudadanos y profesionistas. Comunican su conocimiento, opiniones y son ejemplo de conducta.

Si bien es una de las labores más importantes en nuestro país, muchos de los profesores aun enfrentan retos en su tarea diaria, como la desigualdad salarial. Y esta profesión y gremio no es la excepción en la gran problemática de desigualdad de género.

De acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) la ocupación docente en México ocupa la quinta posición entre los países donde las y los maestros son peor pagados en relación con las 34 naciones que forman parte de dicha organización.

De acuerdo con los tabuladores de la SEP para el último trimestre de 2019, una maestra o maestro de jardín de niños tiene como sueldo base mensual bruto de $8,401.45 pesos por 25 horas de trabajo a la semana y recordemos que más del 90 % en este nivel, son maestras. Las y los profesores de primaria ganan entre $8, 401. 45 pesos y $16, 047. 60 pesos al mes. En el caso de las y los docentes de secundaria, la hora de clase se le paga en $437 pesos brutos y en todos estos casos, también la mayoría son mujeres profesoras.

De acuerdo con el estudio Panorama de la Educación realizado por la OCDE, también existe una brecha salarial entre hombres y mujeres en el ámbito educativo. Siendo mayor el ingreso por parte de los maestros, quienes llegan a obtener $76.3 pesos, en tanto que las maestras $70.1 pesos.

Al igual que en el rubro anterior, son los maestros quienes disfrutan de mejores condiciones de empleo, pues 88.1% tiene contrato de base y 11.9% temporal, mientras que para las maestras estos valores son de 83.8 y 16.2%, respectivamente.

Por otro lado, hay otra tendencia que se observa en todos los países de la OCDE: la proporción de mujeres que forman parte del personal docente en las instituciones públicas y privadas desciende a medida que aumenta el nivel de educación. En ese sentido, las mujeres (62%) son mayoría como docentes en la educación básica, en media superior la proporción es más equitativa (48% mujeres y 52% hombres) y en la educación superior los hombres docentes (56%) superan a las mujeres (44%).

Por tal motivo, se puede asegurar que existe una segregación vertical: cuanto mayor es el cargo y mayor es el nivel de educación que imparten los profesores, hay menos mujeres.

Estas son sólo algunos de los ejemplos que enfrentan las y los docentes de nuestro país. Seguiremos trabajando para mejorar las condiciones laborales y reducir la brecha de desigualdad entre maestras y maestros.

Para ello, hemos aprobado, y nos apoyaremos, en la Reforma Educativa promovida por nuestro grupo parlamentario, que permitirá recuperar el sentido humanista y social de la educación. Del mismo modo, en esta reforma se sientan las bases y contenidos mínimos para los planes y programas de estudio con una perspectiva de género y orientación integral.