·      La Ley Federal para Regulación del Cannabis, que se tiene proyectada aprobarse, es una oportunidad para que México avance con la participación de las mujeres.

·      Se deben ver los beneficios que la legalización del cannabis puede traer a grupos de mujeres indígenas y campesinas en el país.

Legisladoras del Grupo Parlamentario de Morena, acompañadas de mujeres integrantes de la Alianza Latinoamericana de la Cannabis (ALCANN), se pronunciaron porque en la producción, industria y comercialización de la cannabis y sus derivados, se incluya el principio de paridad y se garantice la participación de las mujeres.

Las diputadas Simey Olvera Bautista, Anita Sánchez Castro y María del Carmen Almeida Navarro, en conferencia de prensa señalaron que Ley Federal para Regulación del Cannabis que se tiene proyectada aprobarse en el pleno, es una oportunidad para que México avance con la participación de las mujeres.

Las legisladoras contextualizaron la aprobación del proyecto de la ley para regular la cannabis en México, en las comisiones de Salud y de Justicia de la Cámara de Diputados, que se dio el día de ayer.

Simey Olvera Bautista, manifestó que se trata de avanzar en nuestro país, con información y quitando estigmas sobre el uso de la cannabis. Añadió que la ley, representa una evolución de la visión acerca de esta planta y de sus propiedades, “sabemos que es un tema polémico, incluso tabú, pero existen asociaciones muy capacitadas”. La legisladora de Morena resaltó que las mujeres también se posicionan y alzan la voz en temas tan fundamentales.

La diputada Anita Sánchez Castro abundó que en Latinoamérica se ejerce la práctica del cultivo de la marihuana, pero también está la investigación en temas curativos, económicos y de comercialización. Con relación al dictamen, mencionó que la ley para regular la cannabis, una vez que sea aprobada en el pleno estará supeditada a protocolos implementados por la Ley General de Salud, mientras que la SADER emitirá los protocolos para la producción.

Y en este sentido hizo hincapié en que el principio de la paridad de género y la igualdad deben ser respetadas, por lo que pidió que se tome en cuenta ese 50 por ciento que marca la ley y que garantiza la participación de las mujeres, “hacer énfasis en las mujeres; las mujeres de tipo empresarial también se involucran dentro de este tema, dentro de la producción”.

En tanto que la diputad María del Carmen Almeida Navarro pidió dejar a un lado la hipocresía que ha generado violencia en el país y se vean los beneficios que la legalización de la cannabis puede traer a grupos de mujeres indígenas y campesinas en el país.

Expresó que los aspectos científicos, industriales y comerciales de la cannabis significan una puerta a un desarrollo industrial que México merece, “esa hipocresía nos mantiene socavados y nos mantiene inmersos en una dinámica de violencia”.

Almeida Navarro reiteró que se tiene que aprovechar la oportunidad de la equidad, “otorgarles Estado de derecho y la tranquilidad y brindar una mejor calidad de vida a sus familias y a sus regiones, sobre todo a las regiones conflictivas”. Y agregó: “Sí a la industrialización, sí al uso regulado y al desarrollo científico y comercial de la cannabis”.

A esta conferencia de prensa asistieron Lorena Beltrán, directora de CannabisSalud; Mariana Larrea, presidenta de Asociación Mexicana para la Normalización, Investigación y Legalización de la Cannabis (AMENIC), Polita Pepper (Genlizzie Garibay), presidenta de CANNATIVA, A. C.

México está muy cerca de destapar una industria que ofrece grandes oportunidades para todos. Lorena Beltrán se pronunció porque se especifique cierto porcentaje de licencias para mujeres, “vivimos en un mundo y un país que ha sido dominado por los hombres”

“No es justo que las mujeres no estén siendo consideradas; los mexicanos estamos perdiendo mucho, pero también las mexicanas estamos perdiendo mucho”. Mariana Larrea llamó a quitarse la visión de temor que se le ha dado la esta planta, ya que ofrece un mundo de posibilidades industriales y comerciales.

Polita Pepper refirió que la guerra contra las drogas es una guerra contra las personas; se focaliza principalmente en las comunidades indígenas y campesinas, aunado a un disimulo abismal, por lo que pidió pasar del paradigma del oscurantismo de la prohibición, a uno nuevo.

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