· La presidenta Wendy Briceño Zuloaga, con relación los certámenes de belleza, dijo que el dictamen no los prohíbe, sino que busca impactar en la congruencia de lo que debe ser tema de inversión pública y lo que no.

· En este diálogo se aclaró que la reforma no criminaliza a los concursos de belleza, puesto que no los define como un delito.

Legisladoras integrantes de la Comisión de Igualdad de Género realizaron una mesa de trabajo con especialistas y figuras públicas para analizar el proyecto de dictamen que busca definir la violencia simbólica en la Ley General de la Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

En este contexto, la diputada Wendy Briceño Zuloaga, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, señaló que la finalidad de este diálogo es ampliar el debate a propósito del interés mediático que ha tenido el proyecto derivado de dos iniciativas presentadas por las legisladoras Beatriz Rojas, y Frida Esparza y Guadalupe Almaguer, las cuales buscan reformar la Ley General de la Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

Briceño Zuloaga refirió que la violencia simbólica es aquélla que no utiliza la fuerza física, sino la imposición y la autoridad, cuyas manifestaciones son tan sutiles sobre la imposición de poder que es permitida y aceptada por el dominador y el dominado, “es la base de todos los tipos de violencias, a través de las costumbres, tradiciones, de prácticas cotidianas que refuerzan y reproducen las relaciones basadas en el dominio y la sumisión”.

En relación a los certámenes de belleza, hizo mención de la propuesta legislativa los ha referido porque proponen ciertas características y prototipos, pero no los prohíbe. Agregó que el proyecto de dictamen define la violencia simbólica, como se han definido otro tipo de violencias y de modalidades en la ley, por lo que se busca impactar en la congruencia de lo que debe ser tema de inversión pública y lo que no.

La legisladora aseguró que en ningún caso se pretende afectar los derechos y libertades de las mujeres, “procuramos avanzar siempre con alianzas estratégicas, más allá de partidos, de colores e ideologías, encaminando nuestros esfuerzos a entornos de paz y desarrollo para todas”.

En este diálogo, se aclaró que la reforma planteada no criminaliza a los certámenes y concursos de belleza, puesto que no se impone una pena y tampoco se define como un delito. Además tampoco prohíben este tipo de eventos, pues resultaría contrario al libre desarrollo de la personalidad y a la decisión de las mujeres sobre sus cuerpos.

Detallaron que se busca reformar el artículo sexto de la Ley General de la Mujeres a una Vida Libre de Violencia, definiendo la violencia simbólica como la expresión, emisión, difusión por cualquier medio, ya sea en el ámbito público o privado de mensajes, patrones estereotipados, signos, valores icónicos e ideas que transmiten, reproducen, justifican o naturalizan la subordinación, desigualdad, discriminación y violencia contra las mujeres en la sociedad.

Las modificaciones propuestas también se refieren a los certámenes de belleza o competencia cuando se evalúe de forma integral o parcial y con base en estereotipos sexistas, la belleza o la apariencia física de mujeres, niñas o adolescentes.

Asimismo, se plantea que las instituciones públicas no podrán asignar recursos, publicidad, subsidios ni cualquier otro tipo de apoyo económico o auspicio institucional a la realización de eventos referidos en la presente ley.

Mencionaron también que el artículo primero de la Constitución contempla la cláusula de no discriminación. Aducen que no toda distinción es discriminación, pero sí cuando estas distinciones no son objetivas, como solicitar belleza física de rostro y cuerpo. Por ende, se considera que solicitar requisitos como éste o el uso de estereotipos, resultan discriminatorios o segretatorios.

En la ronda de participaciones, la diputada Geraldine Ponce Méndez señaló que sobre el debate de los concursos de belleza, desde algunas voces, se ha reducido a una decisión binaria y solicitó sean vistos desde una visión más amplia. Refirió que representan un área de oportunidad para revisar los requisitos de las convocatorias de los certámenes, pero con el ánimo de fortalecerlos y de ninguna manera prohibirlos o censurarlos.

Ponce Méndez expuso que se debe continuar escuchando a las distintas voces, “elaboremos un proyecto que no violente a las mujeres, que ayude a su crecimiento, pero que de ninguna manera se impida su realización al definirlos generalizadamente como violencia simbólica”.

Dijo que los caminos para lograr la igualdad, la libertad y la sororidad no tienen sólo un manual, porque a diario se construyen desde la diversidad; la diversidad de mujeres que tienen todo el derecho de ser respetadas.

En su intervención, la diputada Mildred Concepción Ávila Vera expresó que eliminar la violencia simbólica es un trabajo que debe impulsarse entre todas y todos, recordó que este tipo de manifestaciones se han construido por siglos, por lo que acabar con ella, conlleva grandes retos, “fomentar la publicidad sexista sólo nos cosifica y nos hace ver como objetos de consumo,” aseveró.

En tanto que Rocío del Pilar Villarauz Martínez destacó la inclusión y pluralidad de voces para enriquecer y robustecer este dictamen. Agregó que en esta legislatura se ha trabajado para garantizar la paridad de género y lograr avances en los derechos de las mujeres. En este mismo sentido de apertura para el diálogo se pronunció la diputada Sandra Paola González Castañeda.

En este encuentro virtual también participaron, Karen Pamela Rocha Ruiz, activista de derechos humanos para personas con discapacidad; María Guadalupe Jones Garay, directora nacional del concurso “Mexicana Universal”; y Aimeé Vega Montiel, investigadora del CEIICH UNAM.

Antes de finalizar el diálogo, la diputada Wendy Briceño Zuloaga, expresó que escuchar diversas voces ha sido una constante en la Comisión de Igualdad de Género, y se pronunció en que las reflexiones y discusiones sirvan de la mejor forma a todas las mujeres y niñas mexicanas.

Agradeció los diferentes puntos de vista, pues dijo, fortalecen el dictamen. Llamó a que en el debate se privilegie la libertad de las ideas, con argumentos, datos concretos, e información que permita avanzar para transformar la realidad.