·         Llama a que la regulación de estas tecnologías proteja las libertades individuales de toda la población, en este caso la libre decisión de los usuarios.

El diputado federal, José Ricardo Delsol Estrada, hizo un pronunciamiento por abrir el diálogo sobre el uso de tecnologías de reducción de daño por tabaquismo, con el objetivo de que su regulación tenga una base científica, estudiada y se establezca una ley en materia que proteja las libertades individuales de toda la población.

El diputado integrante del Grupo Parlamentario de Morena, señaló que este llamado lo hace en representación de los ciudadanos que en ejercicio de su libertad, han optado por el uso de tecnologías de reducción de daño al tabaquismo, pues “creemos que es de suma importancia en el tema de la iniciativa de reforma a la Ley del Tabaco”.

En ese tenor, sostuvo que, con el objetivo de darle voz a los ciudadanos, “desde hace meses un grupo de diputados nos hemos posicionado en abrazar el concepto de reducción de daños para atender la grave problemática que hoy representa el consumo de tabaco combustible lo que conocemos como fumar”.

Al respecto, indicó que algunas estrategias de las organizaciones civiles antitabaco han fallado, porque no se adopta un cambio esencial en el modelo para frenar esta dependencia del consumo del tabaco en beneficio de la población.

Pues dijo, la causa del fallo en la estrategia, es “la falta de interés que existe en centrarse en la persona, el fumador como objeto del planteamiento de la solución, pues la ley siempre deberá tener al ser humano como centro de su protección y no la estadística o la ideología”, expresó.

Delsol Estrada apuntó que la búsqueda de prohibir alternativas demostradamente menos dañinas que el cigarro, son prohibidas por intereses diversos que se alejan del interés principal; “los dependientes del cigarro que, a la larga, son quienes son afectados con dichas políticas”.

Asimismo, agregó que las propuestas de prohibición basadas en una visión única, sin un verdadero debate y con desprecio a la evidencia científica, “solo garantiza ejercicios antidemocráticos, en que las políticas antitabaco, únicamente excluyan normas que despojan a los ciudadanos de libertades individuales, siendo que las mismas son centrales en la protección que brinda la ley, derechos que incluyen la libertad de elección, el libre desarrollo de la personalidad y el  derecho a decidir sobre la propia salud”.

“Específicamente de los usuarios que en todo momento deben de ser el centro de la regulación y lo más importante, en las pretensiones del órgano legislativo; es por eso que vamos a seguir luchando porque es un derecho individual que les asiste a todas las personas que prefieren un método de salud mejor”, apuntó.

Por su parte, los especialistas Juan José Cirión Lee, maestro por la UNAM, Roberto Allan Sussman, doctor en física, y el arquitecto Antonio Toscano quien compartió su testimonio, coincidieron que el centro de la protección de la ley antitabaco debe de ser el fumador y no otra cosa, pues negarle al fumador opciones menos dañinas, es desatender el problema por completo.

Asimismo, indicaron que, para tener una regulación correcta en materia, es necesario un debate público y abierto basado en la ciencia y no en ideología, pues apuntaron, el fundamento científico no teme al debate, ya que avala a la reducción de daño del tabaquismo de forma sólida.