·         El reconocimiento de la quiropráctica en la ley, es fundamental para su profesionalización, expresó el diputado Arturo Roberto Hernández

Con 442 a favor, 0 en contra y 0 abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de decreto por el que se reforma la Ley General de Salud, a fin de establecer el requerimiento de títulos profesionales o certificados de especialización registrados ante las autoridades educativas competentes, para el ejercicio de la quiropráctica.

En su intervención desde tribuna, el diputado Arturo Roberto Hernández Tapia expresó que la medicina tradicional, complementaria o alternativa, se utiliza en todo el mundo y, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) contribuye a asegurar el acceso de las personas a la atención de salud.

Expresó que esta práctica incluye diversos esquemas terapéuticos como es el caso de la quiropráctica, que es un tipo de medicina alternativa que se ocupa del diagnóstico, tratamiento y prevención de los trastornos mecánicos del sistema músculo-esquelético y los efectos que estos tienen del sistema nervioso y la salud en general.

Actualmente, señaló, es la tercera profesión sanitaria del mundo, que está legislada en más de 40 países, en algunos de los cuales goza de reconocimiento legal para expedir títulos universitarios de carácter oficial.

Al respecto la Federación Mundial de Quiropráctica señala como problemática que en los países que no está reglamentada como en México, otros dispensadores de servicios de salud usurpan la profesión, “por lo cual es preciso y urgente mejorar el marco normativo”.

Hernández Tapia mencionó que llegar a esta iniciativa representó un trabajo de dos años que finalmente fue aprobada por los integrantes de la Comisión de Salud de esta legislatura.

Expuso que, para millones de personas la medicina tradicional son la principal o única fuente de atención sanitaria, ya que está próxima a los hogares, y es accesible y asequible, y, además, culturalmente aceptada y adaptada a la austeridad universal.

Sin embargo, expresó, para los neoliberales y el sistema capitalista, por así convenir a intereses privados y a la industria farmacéutica transnacional, la medicina alópata o de patente, es la medicina convencional, considerada oficial y como la única opción en nuestro sistema de salud.

Argumentó, que el escepticismo deviene en muchas veces del desprecio y la marginación de esas prácticas, y existen muchos prejuicios a las personas relacionada con la medicina tradicional y complementaria.

Por el contrario, la OMS expresa su apoyo a las medicinas tradicionales y complementarias, ya que su misión consiste en salvar vidas y mejorar la salud.

Por ello “el reconocimiento de la quiropráctica en el artículo 79 de la Ley General de Salud es fundamental para su profesionalización, pero sobre todo para garantizar la seguridad de los pacientes”, expresó.