·      El llamado de la legisladora comprende dos diferentes exhortos que se interrelacionan con el objetivo de defender la conservación de suelos en la ciudad.

La diputada federal Adela Piña Bernal propuso dos exhortos en materia de defensa de los suelos y conservación del medio ambiente en la zona poniente de al Ciudad de México, ante esto, atendiendo la necesidad de evitar una mayor problemática ambiental.

El primero llama a las autoridades competentes para que dentro de sus atribuciones implementen acciones que aseguren la conservación ecológica de la región comprendida por las alcaldías de Cuajimalpa de Morelos y Álvaro Obregón.

El resolutivo llama a las Secretarías del Medio Ambiente y de Desarrollo Urbano y Vivienda del Gobierno de la Ciudad de México, así como a las alcaldías de Cuajimalpa y Álvaro Obregón a implementar acciones encaminadas a frenar el crecimiento urbano, estableciendo un muro verde que delimite físicamente el suelo urbano del suelo de conservación ecológica.

El segundo exhorta a la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector de Hidrocarburos para que informe sobre el estado en el que se mantiene la construcción ubicada en la avenida Tamaulipas 13, en la alcaldía Álvaro Obregón, además de indicar si el proyecto cuenta con todos los requisitos legales para su ejecución.

“El conjunto de acciones que de llevarse a cabo podrían coadyuvar a frenar el crecimiento urbano sobre el suelo de conservación ecológica sean eficaces y completas, de igual manera se debe atender lo relativo a irregularidades y violaciones en materia ambiental y de desarrollo urbano,” comentó.

Piña Bernal argumentó que se debe frenar el crecimiento urbano sobre el suelo de conservación y áreas verdes como barrancas y restringir la construcción de proyectos inmobiliarios de alto impacto como el señalado en el segundo exhorto, por la relevante aportación de servicios ambientales que otorga la zona boscosa del poniente.

Refirió que Cuajimalpa de Morelos y Álvaro Obregón comparten el megaproyecto “Santa Fe” que ha afectado severamente a la zona y que inició desde 1980, provocando un crecimiento relevante de urbanización del espacio, que suma entre sus impactos la exclusión de zonas urbanas de alto nivel frente a los poblados rurales y colonias populares.

“El suelo de conservación posee características que, además de favorecer la existencia de especies de flora y fauna de valor comercial, ofrece bienes y servicios ambientales para toda la población de la CDMX,” insistió.